Querida comunidad educativa,
Con inmensa alegría abrimos las puertas de nuestro colegio para dar comienzo a un nuevo curso escolar lleno de oportunidades, aprendizajes y crecimiento. En este día tan especial, nos acompañamos del entusiasmo renovado de nuestro profesorado, que hoy compartimos con vosotros en una foto de familia. Cada uno de ellos, con su vocación y entrega, está comprometido con ofrecer lo mejor de sí para guiar a nuestros alumnos en su camino.
Este año trabajaremos un valor especial: la paciencia. Inspirados en el carisma vicenciano y en el espíritu de las Hijas de la Caridad, sabemos que todo proceso educativo requiere de tiempo, dedicación y constancia. Al igual que en la parábola del sembrador, nuestra misión como educadores es sembrar con amor y paciencia, confiando en que las semillas de conocimiento, valores y virtudes que plantemos hoy darán fruto en el futuro.
Habrá momentos desafiantes, pero si seguimos sembrando con amor y fe, confiamos en que el aprendizaje florecerá en nuestros estudiantes, transformándose en sabiduría y compromiso.
La paciencia nos invita a ser constantes, a no desanimarnos cuando los resultados no se ven de inmediato, y a mantener siempre la esperanza viva. Este curso queremos que nuestros estudiantes aprendan a valorarla y practicarla en su día a día, con la certeza de que, con tiempo y dedicación, todo lo que sembramos con amor dará fruto.
Damos las gracias a cada familia por su confianza en nuestro colegio. Que este curso sea un espacio para crecer en conocimiento y, sobre todo, en el amor de Dios y del prójimo.
Con cariño y dedicación,
El equipo docente
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